Poesías
Sátiras
- I -
El furor filarmónico
- VII -
Epístola moral sobre las costumbres del siglo
- X -
A un pretendido retrato del autor y al autor del pretendido
retrato
Letrillas
- I -
La mejor gala de abril
- X -
¡Sea en hora buena!
- XIII -
Pecados necios y gustos depravados
- XLI -
No es oro todo lo que reluce
- L -
A la señorita doña Manuela Garcés
de Marcilla, hija de mi amigo el Excmo. Sr. barón
de Andilla
Epigramas
- I -
A un recién poeta de pocas esperanzas
- III -
A un disforme y minucioso cartel en que se anunciaba un
libro muy pequeño
- IV -
A un mal actor, al acabarse la tragedia que representaba
- V -
Margaritas a puercos
- VII -
A un mal autor que dejó escrita su vida
- VIII -
A un mal actor, sordo por añadidura
- IX -
A un necio, titiritero de afición
- X -
Para un viejo, almacén
de desengaños
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Aborto infame de la negra envidia, Alce usté, cara de escuerzo; Aléjate volando, Alma Literatura, tu sosiego Amantes de Dorila, Amarilla sale Inés Ancha franja de velludo Ancho y caudaloso río Anda con tiento, Bernardo, Ángel radiante en el Edén creado, ¡Año mío y mi tocaya! Asomado al mirador Aun fuera el hombre indómita alimaña Aunque ya el peso no leve ¡Ay de ti, Madrid, decía Ayer por los desdenes Brame el cierzo en hora buena, Bueno es ser comedido, mas no tanto Callad, no me sopléis, diosas del Pindo, Canten otros el Nabo y la Judía, Casado soy, Cerca del Ebro caudal, Cobro de nuevo el fatigado aliento ¿Creéis que si alaba tanto ¿Cuál de tus joyas, inmortal Granada, ¡Cuán sosegada duerme Cuando era un pelafustán Cuando se celebra Dame vino, y que Lieo De política no hablemos. De una mujer zalamera Decía el dómine Dejome el Sumo Poder, Del ledo Manzanares Dice un refrán (¡qué patraña!) Dirán que soy friolero; Diz que inventaron la danza ¡Ea, no quiero, tía! En el romance anterior ¿En qué público papel, En un entreacto de un drama, Engancha, zagal amigo, Eres oprobio del arte, Es el honor inestimable alhaja, Es tanto mi desconsuelo, Ese hombre, cuyo renombre Estoy frito, estoy en ascuas Funesto el siglo actual decimonono «Gervasia, prevén las velas: - ¡Guarda, mi Silvia, guarda! He aquí, caro lector, un poemita ¿He de ser yo tan abanto, Hermosa Laura, prez de las mujeres, Hijo nací segundón Juan sus versos publicó, Juana vive de coser; La pasión no me alucina, La peregrina serrana La sobriedad nos conviene ¡Las nueve ya! Abur, amigo. Leonor se esconde. -¿Por qué será?... Líbreme Dios de los ojos Licio, si quieres saber Llegó el ansiado momento Lolita la de ojos negros -Madre, ¿qué llama oculta Mal conocía al hombre el ignorante Mal, Zorrilla, el siglo nuestro Mariquita idolatrada, Me enamoran los ojos de Filena, Me la echó de protector, Médico que me privas ¡Mientes! Tú no eres yo. ¡Mientes, bellaco! Mitad preciosa del linaje humano, Ni mi lengua brota espuma Niña que versos me pides No es de la desvergüenza, como alguno No gustamos de bullangas No hay pastor que no alabe la hermosura, No hay que decir a Facundo No más, no más callar; que ya en mi seno No me pidas rubíes ni esmeraldas; No nos cansemos, No para mí los anchurosos valles, No sé si de Alicante o del Provencio No sólo en farsas dramáticas No soy, alevosa Zaida No tú, cándida Virgen que del Cielo Nueve meses encerrado ¡Oh qué linda es la pradera ¡Oh qué sabio es Madrid! ¡Oh cuál rechina ¡Oh qué tonto es don Andrés, ¡Oh siglo del vapor y del buen tono! ¿Oyes bramar, serrana, Para un viejo, almacén de desengaños, Pardo a un corro de camellos Pretender que venturoso Pues reina la Moda en Nápoles ¡Qué anuncio para un dozavo!- ¡Que contra su propio hermano ¡Qué dulce es una cama regalada! ¿Qué es eso? Ahora sale el sol, ¿Qué hay en Madrid..., que no hay nada? ¿Qué puedo decirte yo, ¿Quién eres, pálido espectro, ¿Quién es valiente en todo y para todo Quien no quiera polvo Recuerdo en este instante, Reniego del astro pésimo Salud, ínclito Leandro, Sepa el curioso lector Si a ser cortejo se humilla Si el militar consiguiera Si es verdad, mi dulce Flérida, Si por hermosa y discreta Siempre que tiene una broma Soberbio escudo; Su vida escribió Benito Suelta el arcabuz horrible, También a ti, farsante rutinero, Tanta es niña mi ternura Tengo un hijo grandullón Tus ojos me abrasan, Un queso, Carmen bella, me enviaste, Vaya, que es faena Verdades a troche y moche Vio a don Pedro don Vicente ¡Viva la desvergüenza omnipotente, Voy a hablarte ingenuamente. Ya cumplió mi ciudadano Ya el canijo adolescente Ya en lo más culminante y colectivo Ya en tribus bajo el mando de un patriarca; Ya hemos visto, protea y multiforme, Ya que tienes privilegio Yo no sé cómo mi acento Yo soy muy buen cristiano, Yo tengo una alma Yo, aquel del romance en óo Zagales, no es Flora «¡Cómo! ¡Un animalito «¡Oh qué gloria de verano! «¡Qué ridículo vejete!
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